El miércoles 20 de abril de 2022, en el municipio de Manaure, el equipo de investigación del proyecto TELARES desarrolló un grupo focal con mujeres Wayúu de distintas edades. La finalidad de este encuentro fue conocer la percepción que tienen sobre las dinámicas de las violencias que las afectan por ser mujeres.
Se buscó generar un espacio para un diálogo intergeneracional que permitiera conocer cómo viven estas experiencias de acuerdo con su ciclo vital y, mediante el uso de un enfoque interseccional, analizar las distintas dinámicas de opresión presentes en la construcción de sus identidades.
Se resisten a aceptar las representaciones sociales que las consideran mujeres sumisas y que aceptan sin resistir los episodios de violencia. “A veces dicen que las wayúu son masoquistas… ¡No, lo hacemos por los niños! Porque no queremos ver a nuestros niños pasar trabajo”.
También señalaron que la falta de fuentes de empleo que les permitan obtener ingresos propios, lleva a que las mujeres wayúu permanezcan en relaciones de pareja violentas. Es la falta de autonomía económica lo que las obliga a mantenerse con sus parejas. “Si la mujer wayúu tuviera un empleo, fuera independiente”.
Coincidieron en señalar que, más allá de lo que hacen mediante el tejido y la elaboración de mochilas, para las mujeres wayúu las oportunidades de empleo se limitan al trabajo doméstico remunerado o en la economía informal. Por ello, opinan que entre las soluciones para prevenir la violencia, es de vital importancia generar fuentes de empleo formales y estables. Consideran que el Estado debe desarrollar acciones reales para enfrentar esta problemática, “que de verdad nos lleguen, porque a veces no sabemos qué pasa con los recursos”.
Entre las estrategias para prevenir las violencias, la de mayor relevancia se vincula con la formación, sensibilización y educación. Entre las más jóvenes, se le dio mayor importancia a los talleres dirigidos a fortalecer la autoestima de las mujeres wayúu, su reconocimiento y valoración como persona. Entre las de más edad, a las capacitaciones dirigidas a mejorar sus competencias en la comercialización y distribución de sus productos artesanales, sin negar la importancia de aquellos talleres dirigidos al desarrollo personal.
Por último, es importante destacar que las mujeres consideraron el grupo focal como una experiencia positiva. “Me gustó dialogar, expresar lo que uno siente. Primera vez en mi vida, que se siente uno…que no hay que depender de un hombre, que nosotras las mujeres podemos salir adelante”.